sábado, 20 de diciembre de 2014

Ayer fuí al Silos

Hola feriant@s:
Pues si, después de un lustro como minimo, si me preguntan con esta resaca diria que siete u ocho, fuí al silos.
Nada mejor que las cenas de empresa para recordar esos momentos en los que te pegabas una fiesta en la que no conocías a nadie, en este caso a todo el mundo, y todo ello gracias al whisky "no tiene precio" de la compañia. El caso es que te levantas al día siguiente y te duele el alma...
¿Y esas fotos que revisas en el movil y dices "LA VIRGEN"?
En fin que fue una gran noche.😁😁😁
Besos feriantes!

PIN.

martes, 18 de noviembre de 2014

La nave de los vientos


Aunque parezca increíble, la nave de los vientos sigue su ruta marítima. Las vidas caminan por sus senderos habituales recibiendo de vez en cuando algún que otro soplo de aire fresco.
Todo está más o menos estático estos días. O no. Según se mire. Novedades golosas que de cristalizar pueden ser una excelente oportunidad frente a noticias menos amables pero de cómoda solución.
Tal y como he titulado, veo que me estoy yendo por las ramas. En realidad, todo sigue más o menos igual. La parte negativa es que cada vez tengo menos tiempo para escribir mis aventuras feriantes. Podría ser una nueva agradable si en realidad supusiese una inyección monetaria abiertamente grande, pero no es así. De todas formas, algo cae y es agradable de hacer.
Os dejo aquí. Se que ha sido breve, pero intenso. Al menos, para mí. Pasaos mañana, a ver qué pasa.

Imagen cortesía de Marta Pocztarska, licencia CC BY

lunes, 3 de noviembre de 2014

El Pepe de Totana

Queridos feriantes, si os soy sincero, no recuerdo muy bien el nombre del local en el que comí el pasado sábado. Simplemente lo conozco por el Pepe de Totana.

Antes de continuar, informar que Totana es un pequeño pueblo de la Región de Murcia, entre Lorca y Alhama, en el que celebran una semana santa bastante salvaje.
El pasado fin de semana estuve allí con mi chica y algunas de sus amigas de siempre. Y es que no hay nada más bonito para un feriante que tener un pueblo al que volver. Ahí donde están tus viejos camaradas de fechorías y andanzas de la temprana edad. Esa gente a la que ves poco, pero siempre llevas en el corazón. Las personas que a los cinco minutos del reencuentro ya te tratan como si os hubieseis visto ayer. Es maravilloso, de verdad.
El caso es que acabamos en un lugar de gran fama en la localidad, el Pepe. Este señor de humor voluble tiene un pequeño bar que regenta junto a su señora, la encargada de la cocina. Y si de algo sabe esa mujer, es de cocinar.
Hacía años que no probaba un solomillo de cerdo, hecho a la antigua, tan bueno y disfrutable. Un sabor exquisito que inunda el paladar y te deja sin sentido. Además, pedimos cazuelas de gambas y gulas, tortilla de champiñón y unos postres que quitan el sentido. Ese suflé de melocotón es una maravilla.
Lo cierto, queridos feriantes, es que más allá del peculiar carácter del Pepe, que ha tenido algún que otro encuentro poco amistoso con amigos y conocidos cercanos, su bar tiene todo el encanto de los pueblos de la zona. La comida es excelente y el ambiente, excepcional. Si encima vas acompañado de buena gente, como me sucedió a mí, el placer es indescriptible. No te lo puedes perder.
Solo me queda añadir la coletilla de rigor. Pasaos mañana, a ver qué pasa.

jueves, 30 de octubre de 2014

Navegando hasta el Amarre

Anoche tuve el honor de asistir junto a mi chica y otros amigos a la inauguración de la Cervecería el Amarre. Dicho local se encuentra situado en un enclave único y fantástico de la ciudad de Murcia, la Plaza Mayor.

Queridos feriantes, vamos al lío. El sitio es excelente y la idea, mejor aún. El concepto consta de una pescadería en la que eliges el género que deseas disfrutar y un local contiguo en el que te lo cocinan. No se a vosotros, pero a mi me encanta el asunto.
Ahora bien, es obvio que anoche era totalmente imposible disfrutar del lugar en todo su encanto. La inauguración fue tan exitosa que desbordó incluso las más halagüeñas previsiones de los organizadores. Es más, al final apareció por ahí todo el que pasaba por la plaza y pudo disfrutar y degustar buen vino, cerveza e incluso vieiras o tartar de atún, que por cierto estaba muy rico. Tanto fue así que para coger algo de una bandeja te jugabas el pescuezo y te arriesgabas a ser aplastado por una turba enfurecida y hambrienta.
Habría que anunciar en las invitaciones que el personal debe venir conveniente desayunado, almorzado, comido y merendado. Nada de estar en ayunas todo el día porque hay comida gratis por la noche. No es bueno para la salud, querido feriante. Recuerda siempre hacer cinco comidas y no pasar más de 4 horas entre una y otra.
Más allá del jolgorio que se montó, quizás excesivo en algún momento, aunque nos lo tomamos a cachondeo, como buenos feriantes que somos, he de decir que el concepto es fantástico. Por nuestra parte, estamos deseando poder visitar el local con la tranquilidad y serenidad que merece y degustar las posibilidades que la idea promete.

En fin, queridos feriantes, no me queda más que desear mucha suerte a los promotores del local, disfrutar de este atún de más de 300 kilos que véis en la foto y que todos podamos degustar las inmensas posibilidades de este concepto genial llamado el Amarre. Pasaos mañana, a ver qué pasa.

miércoles, 29 de octubre de 2014

El extraño caso de la Pequeña Parranda

El pasado sábado, mis cansados huesos acabaron en un local de Murcia llamado la Pequeña Parranda. Vaya por delante que el local es agradable, está siempre lleno y la comida es excelente.

El caso es que tanto mis acompañantes como yo, terminamos sentados en la barra frente a un camarero bastante extraño e inexpresivo. Por más que le pedíamos una ronda de cañas o unas patatas con ajo, el tipo parecía estar en otro mundo. Nos mirábamos entre nosotros, observábamos como el local se vaciaba y nosotros seguíamos asombrados ante la pasividad del muchacho.
Todo sea dicho, posteriormente, otro chico tomó las riendas del asunto. Acabamos comiendo una comida excelente, integrada por un revuelto de setas espectacular, unos chipirones encebollaos y un fantástico tartar de atún (de los mejores que he probado en Murcia, la verdad, aunque el mío es mejor, jajaja).
Posteriormente, nos invitaron a una ronda de cañitas y otra de gin tonic, todo en medio de un ambiente excelente. Salimos de allí con muy buen sabor de boca, la verdad. Mi chica estuvo espectacular con su simpatía que le caracteriza ante el insólito camarero y todo fue bien convirtiéndose en un sábado magnífico.
Del domingo mejor no hablo, jejeje (estuve offline, casi DEP)...
En definitiva, queridos feriantes, si me preguntan si puedo recomendar la Pequeña Parranda, la respuesta es sí. Pasaos mañana, a ver qué pasa.

Imagen cortesía de La Parranda, todos los derechos reservados

martes, 28 de octubre de 2014

La primera visita de los perros a Vetam

Debo decir que la fama precede a esta clínica. Conocía la simpatía de Alessandro, pero la primera visita de los perros a Vetam fue espectacular.

Pese al inicio poco esperanzador, dado que una pareja estaba sacrificando a su pobre mascota, y nos dio bastante sentimiento y pena, todo a partir de ahí fue sobre ruedas. Primero las risas. Pesamos a los dos cánidos con los que mi chica y yo vivimos y uno casi llega a los 8 kilos. Lo curioso es su tamaño, que no es muy grande. Un raterillo de estos que por Murcia tenemos tantos. El otro, para ser un yorkshire terrier, roza los 7, que tampoco está nada mal. Como dijo el veterinario, están “fibraos”, jejejeje.
Todo fue simpatía, buen rollo, ambiente agradable y trato cercano y amable. Los perritos apenas se dieron cuenta de estar en una clínica veterinaria. Para colmo, es mucho más barata de las habituales a las que los solemos llevar.
Otra triste noticia fue su "Gordito". Un gato bastante rechoncho y pasota, casi tuerto. Al parecer, a día siguiente fue víctima de un perro que llegaba a la clínica. Una pena.
Podemos decir sin temor a equivocarnos que al fin hemos encontrado la clínica para Kiko y Paco, los perritos más petardos de toda Murcia, jajaja. Gracias, Alessandro. Por mi parte, solo añadir una cosa... pasaos mañana, a ver qué pasa.

lunes, 27 de octubre de 2014

Tortugas ninja y niños

Queridos feriantes, cualquiera que me conozca sabe que soy una persona que disfruta enormemente en la compañía de niños. Ellos sacan ese alma infantil que llevo dentro y que nunca he podido ni deseado dejar de lado.

El pasado viernes me acerqué a un centro comercial junto con mi chica mis sobrinos para ver la última adaptación al cine de “Las tortugas ninja”. Debo decir que me costó bastante convencer a los pequeños, porque no les atraía especialmente esta producción. Los dibujos actuales no les atraen y no tenían muchas esperanzas en que la peli en imagen real fuese a ser mejor.
No obstante, mi corazón infantil y mi perseverancia dieron resultados finalmente. La película no es nada del otro jueves. Un film entretenido, con mucha acción y alguna que otra coña marinera con cierta gracia.
Eso sí, a los peques les gustó. Menos mal, porque si después de haber estado dando por saco para que se vinieran al cine se me duermen allí, no quiero contar lo que hubiera pasado. Me lo hubieran hecho pagar de mil maneras inimaginables y con horas de juego físico que mi cuerpo ya no aguanta con debiera.
Después, unos perritos calientes en el Rey Ríos (un sitio genial, dicho sea de paso) y para casa mientras cantábamos en el coche y al unísono temas de series como armonía de “Gumball” o bacon frito de “Hora de aventuras”. A veces no se quienes somos más niños, si mi chica y yo o ellos mismos.
Queridos feriantes, siempre que tengáis la oportunidad de acercaros a un niño y hacerle feliz, no la dejéis pasar. Merece la pena verles sonreír y disfrutar. Nada más. Pasaos mañana, a ver qué pasa.


Imagen cortesía de Mike Mozart, licencia CC BY

jueves, 23 de octubre de 2014

Paseando a los perros

Queridos feriantes, ¿os habéis parado a pensar en la importancia que tienen las mascotas en nuestra vida? Ayer estuve de veterinarios por el tema de la vacunación, y me ha venido esto a la mente.
Yo tengo un par de perritos que conviven conmigo desde hace años, y con mi chica desde hace meses. Y, francamente, debo decir que las ventajas son enormes.

Por un lado, como es obvio, la compañía y fidelidad que estos pequeños canes que tengo ahora mismo a mi lado. Es algo impagable y hasta incomprensible para el cerebro humano hasta dónde puede llegar el amor que estos bichejos nos profesan.
También el orgullo y el sentimiento que me ofrece el saber que un par de animalitos que tal vez no hubiesen tenido tanta suerte en la vida, están recibiendo una buena existencia. Son felices y tienen todo cubierto.
Además, son unos asesores y psicólogos geniales. Ayudan contra la soledad, animan en tus momentos más duros y tristes y siempre se posicionan de tu parte, hagas lo que hagas.
No obstante, cuando veo la buena vida que tienen mis perros, no puedo olvidarme de la pena que me da ver tantos niños que no tienen tanta suerte. Pasan hambre y necesidades. Tienen padres irresponsables o, sencillamente, ni siquiera los tienen.
En fin, queridos feriantes. La vida es compleja. Debemos hacer todo cuanto esté en nuestra mano por llevar un equilibrio y ayudar a todo el mundo. Comencemos por nosotros, pero sigamos por los demás. Si nos centramos solo en nuestro propio ombligo, mala pinta tendrá la perrita... pasaos mañana, a ver qué pasa.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Guía de viajes de Murcia


Hoy, mientras daba el paseo diario matinal a mis perritos, pensaba en este blog. Y lo cierto es que, sin darme cuenta, lo estoy convirtiendo en una especie de guía de viajes de Murcia personal. Por supuesto, queridos feriantes, todo ello plagado de un estilo personal y peculiar, pero interesante, al fin y al cabo.
Lo cierto que hemos tratado aquí temas relacionados en numerosas ocasiones. Recomendaciones de locales nocturnos, comercios de barrio, caminatas, bares y restaurantes... Todo tipo de eventos han visitado este peculiar hueco que tenemos aquí montado para los feriantes del mundo.
Es más, si me apuras, hasta el querido compañero Pin ha hablado de otros destinos más exóticos, como Tailandia. De hecho, yo mismo he comentado ciudades de gran belleza en nuestro territorio, como pueden ser Córdoba o Sigüenza.
Está claro, queridos feriantes, que seguirnos es para todo el mundo una fuente de incalculable valor y conocimiento, así que no seáis tontos y no dejéis de pasaos mañana, a ver qué pasa.


Imagen cortesía Abdelilah Charaf, licencia CC BY

martes, 21 de octubre de 2014

Fiestas y costumbres

Es curioso la capacidad que tenemos los humanos para perpetuar todo tipo de fiestas y costumbres. Esto, queridos feriantes, me viene a la mente hoy, ya que este pasado fin de semana asistí al bautizo del pequeño Héctor.
Y debo decir que me maravilla cómo generación tras generación, mantenemos estas costumbres vivas. Obviamente, no voy a entrar aquí a disertar sobre religión y este tipo de eventos. Sí que opino que, tanto bodas como comuniones y bautizos tienen mucho más ya de costumbrista que de verdadera creencia. Algo queda, eso es innegable, pero resulta hoy día una obligación, necesidad, afición... llámale X o como te venga en gana.
El caso es que este feriante que escribe estas líneas, sin ser creyente, ni practicante ni nada por el estilo, agradece estas costumbres. Son momentos perfectos para volver a ver a amigos y familiares que de otra forma es imposible. Al fin y al cabo, tengo uno cada año o dos años. No es algo que me quite el sueño ni me moleste, más bien al contrario.

Eso sí, en el momento en que me caen un par de estas celebraciones en breve espacio de tiempo, la cosa cambia. Estas reuniones están bien, son simpáticas y sirven para retomar relaciones esporádicas, pero punto final. El abuso de ellas es horrorosamente contraproducente.
Aquí me despido, queridos feriantes, no sin antes añadir... pasaos mañana, a ver qué pasa.

lunes, 20 de octubre de 2014

Retorno a la Cueva del Oso

Queridos feriantes, siempre da gusto volver a los locales que te vieron crecer y formarte como persona. Este fin de semana, mi retorno ha sido a la Cueva del Oso, un pequeño bar de tapas de Murcia, en la calle Alejandro Séiquer, que por suerte, no ha perdido un ápice de su encanto.

Hace ya muchos años que este feriante que suscribe estas palabras practicaba el deporte del fútbol sala. Con poco talento pero mucho ímpetu, salía todos los jueves a la cancha del centro deportivo Barnés para destrozar la estela de grandes como Paulo Roberto o Duda.
No obstante, lo bueno venía durante el tercer tiempo. Junto a mi compañero de fechorías de aquella época, cuyo nombre obviaré, pues ahora está en nobles cometidos que nada tienen que ver con aquello, pisábamos el suelo de La Cueva del Oso, siempre a punto de cerrar sus puertas, para llenar el buche después del partido.
Nunca olvidaré el “tomate partío con aceitunas”, los montaditos de huevo de codorniz o las brochetas de pollo. A ello hay que añadirle las tablas de queso y paté, los montaditos de solomillo o las excelentes hamburguesas y los sabrosos perritos calientes. Es decir, un lugar pequeño, acogedor, con un gran encanto y en el que, pese a los años que no entraba, aún se acordaban de este feriante agradecido.
Así que ya sabes. Si estás por Murcia y necesitas un buen sitio para cenar, no lo dudes y entra en este pequeño local con encanto y buena comida. Pero date prisa que no hay mucho espacio.
Por mi parte solo añadir un último comentario. Pasaos mañana, a ver qué pasa.

jueves, 16 de octubre de 2014

Camino de la piscina

Hoy, queridos feriantes, voy a ser muy breve. Os comento por qué.
La razón de mi brevedad es bien sencilla, porque a la hora en la que estoy escribiendo esto, debería estar camino de la piscina.

Sí señor, este feriante que suscribe, está haciendo deporte regularmente, a razón de dos horas semanales.
Debo añadir que los beneficios son enormes. La vida de un feriante no siempre es fácil y sana. Así pues, mantener un poquito la forma ayuda bastante a la supervivencia. Además, yo voy con mi chica, con lo cual, no me aburro demasiado, por suerte. De hecho, hasta me divierto.
Tengo que añadir antes de irme, queridos feriantes, que me lo tomo con calma. Entre largo y largo, un ratito de descanso, mirada al infinito, respiración profunda, estornudos para soltar toda el agua que pueda y, voilá, vuelta a la carga.
En fin, queridos feriantes. Nada más que añadir. Os recomiendo un poco de deporte semanal. De verdad que reconforta, ayuda a salir de la rutina y te hace sentir mucho mejor. Pasaos mañana, a ver qué pasa.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Un buen momento para ir al cine

Queridos feriantes, no todo en la vida es fiesta y jolgorio. Al final, el cuerpo necesita también descanso y actividades de reposo. Así pues, considerando que estamos en octubre, ya os avanzo que es una época ideal para ir al cine.
Además de la fiesta del cine, que es esa semana en la que visitar una sala es bastante barato, creo que unos tres euros (precio que deberían mantener todo el año, al menos de lunes a viernes para tenerlas siempre llenas y luchar contra la piratería), suele haber buenos estrenos a todos los niveles.

Por ejemplo, la gran y reconocida “Torrente 5: Operación Eurovegas”. Esta vez, viene hasta con el respaldo de la crítica, algo que no sucedía desde la primera entrega. Si bien es cierto que la saga va perdiendo fuelle poco a poco, Santiago Segura sigue en forma. Siempre da gusto ir a un cine a reírse un poco del mundo. Ya que nos putean tanto, al menos, vamos a tomárnoslo con humor.
Pero la vida no acaba en Torrente y sus compinches. Junto a esta peli, podéis encontrar la última de David Fincher, “Perdida”. Este director es muy bueno. Obra suya son joyas como “Zodiac” o “El club de la lucha”.
Si te gusta el terror, también tienes “Anabelle”. No sufras si eres fan del cine y ves que la dirige el limitado John R. Leonetti, que perpetró alguna entrega de “Mortal Kombat”, por ejemplo. A una película así vas a lo que vas. No busques más allá, que no hay nada, jejeje.
Junto a ellas, “La isla mínima”, “El niño”, “Operación cacahuete”, “Así nos va”, “Lucy”, “El corredor del laberinto”, “Un viaje de diez metros”... Vamos, cine para niños, jóvenes, aficionados a la ciencia ficción, la comedia, las aventuras, el drama, la acción, el misterio... Cartelera repleta.
Querido feriante, si ahora no vas al cine, es porque no quieres. Buen precio en la semana fantástica esa y películas que merecen la pena. Ojalá fuese así todo el año. En fin, es lo que hay. Pasaos mañana, a ver qué pasa.

martes, 14 de octubre de 2014

Visita al Don Homer III

Queridos feriante, aquí vengo un día más con otra de las interesantísimas publicaciones de vuestro blog de referencia. Estamos a tope con el trabajo y queremos dar un solo día de descanso. Es nuestra intención que conozcáis una parte de nuestras peripecias vitales o disfrutéis de las andanzas por lugares recónditos de la geografía mundial de este par de feriantes que suscriben este sitio tan personal y peculiar.
Hoy nos vamos a centrar en un local de Murcia que, por mucho que pase el tiempo, no deja de sorprenderme y maravillarme. Me refiero a la hamburguesería de noche y panadería de día que tiene por nombre Don Homer III. Si me preguntáis dónde están los otros dos, no os molestéis porque no tengo ni idea. Conozco esta y ya va bien.
De todos es sabido, y si no os lo digo ahora, mi pasión por los comercios de barrio, los cuales defiendo desde todas las plataformas a mi disposición, y los locales pequeños, tirando a cutres y hasta casposos. No en vano, las noches que me caza el hambre entre cerveza y cerveza, busco uno de estos sitios peculiares para zamparme una buena hamburguesa o un perrito caliente.

Pues, bien, si rondáis la ciudad de Murcia, localizado en pleno centro, en el Centro Comercial Centrofama podéis encontrar el Don Homer III. Este es un auténtico superhéroe de los comercios mundiales.
Por la mañana, es un tranquilo local que ofrece pan campestre a 1 euro dos barras o pan de leña a 1'40. Por cierto, probad sus pasteles de carne a tan solo 1,20 o las empanadas a 1,50. Os puedo asegurar que no encontraréis nada mejor por ese precio. Barato y rico, rico. Espero que también tengan fundamento...
Pero, por la noche, este tranquilo local que vende panes, se transforma en la típica hamburguesería grasienta, con plancha oscura y perritos calientes y pizzas en porciones dedicadas a paliar la hambruna de las almas descarriadas que recorren la ciudad.
Ahí puedes ver a todo tipo de seres vivos y menos vivos zampando sin ningún tipo de conmiseración la auténtica comida nocturna que tan bien sienta al estómago en esas horas oscuras y duras.
Si al día siguiente te sientes indispuesto, siempre podrás culpar a algo que comiste. Aún hay incautos que pican, jejeje.
En fin, queridos feriantes, sólo he encontrado este link para que podías saber más sobre este lugar tan especial y espectacular de nuestra ciudad de Murcia. Aquí me despido, no sin antes añadir... pasaos mañana, a ver qué pasa.

lunes, 13 de octubre de 2014

Subida a la sierra

Queridos feriantes, este fin de semana ha estado repleto de aventuras más o menos extrañas y exóticas. Como dijo Jack el Destripador, vamos por partes.
Inicialmente, tanto mi chica como yo decidimos tomarnos unos días con calma. Como bien sabréis, los meses de agosto y septiembre están plagados de fiestas populares, al menos por el sur del país, que es donde tratamos de sobrevivir nosotros. Así pues, ya era hora tener un poco de tiempo de calma y asueto tras tanta marcha.
Tanto es así que decidimos ir el sábado por la mañana hasta el Valle Perdido a hacer un poco de senderismo, tomar una cervecita en el bar y dar un paseo con nuestros perritos. Para quien no lo sepa, este es un lugar precioso y encantador de la orografía murciana. Está muy cerca de la Fuensanta. Si algún feriante no lo conoce, ya le está faltando tiempo.
Pero claro, estando nosotros por en medio, no podía ser todo coser y cantar. Tras un buen rato de preparación para la excursión, al fin llegamos hasta el coche, los perros en sus habitáculos correspondientes, todo ok y... ¡Desastre! Ni una gota de batería.
Debemos dar las gracias a Paco, uno de los vigilantes de nuestro garaje. Sin su ayuda, difícilmente hubiésemos pisado aquellos parajes el pasado sábado. Nos tocó excursión en tranvía hasta el Carrefour más cercano, compra de batería (que por cierto, pesan como un muerto), vuelta al nido, cambio de cromos con su inestimable colaboración y, por fin, a eso de las tres de la tarde, pudimos tomar la ruta del Valle Perdido.

Eso sí, debo decir que mereció la pena esperar. Como podéis observar en la foto, gracias a las lluvias recientes, el paraje está en un momento maravilloso. Ese verde claro y nítido en el suelo que contrasta con la espesa vegetación y el arbolado alto, ofrecen al ojo humano una visión fantástica y serena.
Los perritos corrieron y disfrutaron como niños, y nosotros nos llenamos del espíritu sereno, las maravillosas vistas de la ciudad de Murcia desde una atalaya inigualable, el olor a pino, a romero y a tomillo, las canalizaciones estrechas por las que baja el agua del otoño y los senderos pedregosos por los que te esperan visiones fantásticas después de cada curva o recodo.
Eso sí, tengo que añadir, queridos feriantes, que la gente puede llegar a ser bastante irrespetuosa, por usar una fórmula educada. Si bien es cierto que cuanto más subes por los senderos, más limpio está todo, la zona cercana a los parques y quioscos es un auténtico horror. Papeles, plásticos, botellas, condones usados y todo tipo de obstáculos y basura que dan vergüenza ajena. ¿Cómo se puede estar en un lugar tan maravilloso y paradisíaco y ser tan insensible y borrico?
Pero bueno, queridos feriantes, no quiero acabar este post de hoy siendo negativo. Fue una visita fantástica en la mejor compañía que puedo tener y desear. Eso es lo importante. Pasaos mañana, a ver qué pasa.

jueves, 9 de octubre de 2014

Noches de Loulogio y azoteas

Igual me estoy metiendo en un charco, pero debo decir, ante el devastador panorama que presenta la televisión nacional, queridos feriantes, que alguna que noche que otra, mi chica y yo nos ponemos una peli. Hasta ahí bien, ¿no? No diremos el origen del visionado de tal película para evitar problemas legales.
En fin, a lo que voy, que tengo una tendencia brutal a disertar y me cuesta resumir. El caso es que nuestra conexión a internet es decente, pero no pasa de ahí. Por lo tanto, hemos de esperar que la película se cargue un poco para que no se nos pare en mitad del visionado y nos encontremos con las bolitas dando vueltas en círculo y la imagen congelada. Este escenario, debo añadir que es desolador.
¿Qué hacemos mientras esperamos? Pues, a riesgo de ralentizar más aún nuestro maltrecho y anticuado ordenador, nos colamos en Youtube y nos dedicamos a ver vídeos de risa. Tenemos especial predilección por Martes y Trece, por ejemplo, aunque el gato al agua se lo suele llevar Loulogio.

Os puedo jurar aquí mismo sobre la Biblia de cabecera que tengo siempre en la mesilla de noche para usar como almohada que a veces no puedo ni ver el vídeo de Loulogio. Cuando ponemos la batamanta o el pajilleitor en cualquiera de sus versiones, son tales los lagrimones en mis ojos por la risa que no puedo ni mirar. Y es que en realidad, pese a los doblajes tan divertidos de este señor, ¿cómo puede alguien idear esos productos tan ridículos? ¿Y los actores? Ya deben de estar pasando hambre y faltas para aceptar hacer el ridículo más espantoso en esos tele ventas que dan vergüenza ajena.
No penséis con esto que quiero pelotear a este señor para promocionar mi blog. Es simplemente un hecho que quería compartir con más feriantes, porque son noches especiales junto a mi chica. No obstante, si sirve de algo, pues bienvenido sea. No vamos a ser falsos. Desde luego, no es mi costumbre pelotear, y así me va.
En fin, queridos feriantes. Daos una vuelta por el canal de este sujeto y echad unas buenas risas, que siempre son bienvenidas y merecen la pena para salir un poco de la realidad que nos rodea. No me queda más que mi coletilla final. Pasaos mañana, a ver qué pasa.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Contento

Hoy estoy contento. La estrategia que estoy llevando con un proyecto en el que creo a pies juntillas parece que va cristalizando aún a pesar de que está costando una barbaridad.

Como este blog lo uso para hablar de experiencias, os lo voy a contar. Resulta que estoy tratando de promocionar en redes e internet el proyecto AME, una asesoría ética dedicada a las buenas personas. Que aunque a veces parezca mentira, aún quedan sueltas por el mundo.
No os voy a engañar. El proyecto lo ha puesto en marcha mi chica, que, al igual que yo, se resigna a perder la fe en el ser humano. Por eso ofrece servicios únicos y personalizados y trata de ayudar a la gente que en realidad lo necesita y se lo merece.
Esta mañana he contemplado con alegría que tras mucho trabajo y algo de inversión hemos superado nuestro techo de visitas en un día en la web. Poco a poco va cristalizando el esfuerzo de muchos meses. Cuesta bastante, pero se atisban resultados.
Ahora nos faltas tú. Porque en la vida tiene que haber más que el simple hecho de ganar dinero. Necesitamos creer en nosotros mismos, ayudarnos y comprendernos. A mí me hace falta. ¿Qué piensas tú?
Aquí me despido, queridos feriantes. Pasaos mañana, a ver qué pasa.

Imagen cortesía de ramma77, licencia CC BY

martes, 7 de octubre de 2014

Sin mucho que decir

Hoy, queridos feriantes, debo decir que aparezco por este blog sin demasiado que decir. Ha sido un fin de semana algo desenfrenado, podría contar mil aventuras, pero, francamente, no me apetece demasiado.
Así pues, no tengo grandes cosas que añadir, salvo que he escrito un post en mi blog profesional en el que soy bastante sincero, en lugar de vender mis maravillosos servicios y mis inigualables capacidades. Igual exagero un poco, pero hace años que perdí a mis abuelas. 
El caso es que con el tiempo, como dice mi chica, te empiezas a hartar de gente tóxica que solo lanza vertidos indeseables sobre tí. Personas que buscan el lío y la gresca, el dinero fácil y la falsedad y una palabra que me voy a inventar que sería algo así como el “bienquedismo” (osea, querer quedar bien, aunque no merezca la pena).

Por eso no quiero trabajar para gente que no merezca la pena. Sé que es algo muy arduo, que requiere armarse de paciencia y tranquilidad. Además, reduce mucho el campo de visión y acción. Pero hay una cosa clara en la vida. ¿Trabajar para indeseables? ¿Trabar amistad con mala gente? Al final, ¿hacia dónde te conduce eso? ¿Qué te aporta?
Bueno, queridos feriantes, reflexionad un poco sobre las grandes preguntas que aquí aporto y pensad qué queréis y qué buscáis en vuestras vidas. Y, si os apetece, pasaos mañana, a ver qué pasa.

lunes, 6 de octubre de 2014

Nuestra inevitable deriva.

Hola feriantes:
Hoy me he "chispado" y en el momento que estoy viviendo en este estado me estoy acordando de cosas. Todos estamos educados según nuestros padres y profesores (el orden importa). Me enseñaron que "dar la palabra" era poner tu vida en juego. Que "comprometerse" era cumplir. Y lo que me queda ahora es que lo que aprendieron eso conmigo lo comparten y los que no (jóvenes) sufren lo contrario. Antes eran "sabios" (nos enseñaban lo que podían y/o sabían) y ahora son "enterados" (saben como guiarnos). Se que hay feriantes con los que puedo COMPROMETERME y de todos vosotros espero que no seáis unos enterados.
Como siempre la vida es ÚNICA y en nuestras manos está...

Disfruten señor@s, que esto se acaba.

Besos mil...

 PIN



jueves, 2 de octubre de 2014

En defensa del comercio de barrio

Queridos feriantes, reconozco que siempre he sido más bien un tipo cómodo. Por ello, mi compra semanal, mensual o esporádica se reducía a una larga visita a una gran superficie y echar al carro todo cuanto necesitaba o me llamaba la atención.
Esta práctica, por suerte, está cambiando últimamente en mi vida. Desde que estoy conviviendo con mi chica, nos lanzamos cada semana al descubrimiento de esos pequeños negocios que llevan toda la vida subisistiendo en sus respectivos barrios o pueblos. Eso los que lo han conseguido, pues muchos han tenido que cerrar sus puertas por culpa de esta maldita crisis provocada por ricos y poderosos. Tanta paz lleven como la que dejan.
El caso es que ayer, paseando por el barrio de Vistalegre en Murcia, coincidimos una vez más en el Soriano, que tiene unos embutidos que son la leche. La cecina, el cabrales, el salchichón de pavo... todo una pasada.
Además, tuvimos la suerte de darnos casi de bruces con la carnicería Tomás, también en dicho barrio. Otra gozada. Si bien es cierto que no tiene gran variedad, es el típico comercio donde las señoras son llamadas por su nombre, tienen crédito y te tratan casi como si estuvieses en casa. Para colmo, nos ofrecieron unas hamburguesas barbacoa que deben ser, hoy por hoy, de lo mejor que he probado en esta tierra en lo respectivo a este producto.

Así pues, queridos feriantes, reivindico desde aquí los maravillosos comercios de pueblo, su defensa y su redescubrimiento. He dicho. Pasaos mañana, a ver qué pasa.

martes, 30 de septiembre de 2014

Hamburguesas marranas


Queridos feriantes, aquí estamos un día más, lo cual considero una buena señal. Mientras hay movimiento, hay vida y esperanza, y eso es lo último que se debe perder. Ambas se deben ir juntas.
Vamos al asunto, que una vez más me voy por las ramas, como es habitual en mí. Hamburguesas marranas. El título es, como poco, provocador y un poquito agresivo. ¿A qué se debe? Muy sencillo. ¿No os ha pasado nunca que, tras un largo día de fiesta con amigos y colegas, te recoges muerto de hambre? ¿No habéis parado en el típico local de comida rápida abierto a las cuatro de la mañana en el que sirven kebabs, perritos, pizzas y hamburguesas grasientas? ¿No os han parecido de lo más apetitoso del mundo? ¿Una auténtica delicia por descubrir?
Pues a mí si me pasa. De hecho, este último fin de semana ya me encargué de dar buena cuenta junto con mi chica de unas cuantas de las que hacen la familia búlgara que regenta el Kiosko Real en Lorca.
Lo curioso es que luego me enteré que las hacen caseras. Y, realmente, están riquísimas. Las cosas como son. Tanto, que hasta mereció la pena aguantar al palizas del Antonio, el tipo que les quita las sillas, limpia y les echa una mano con el negocio, aunque no se yo esa mano haciando dónde va realmente.
Lo dicho, queridos feriantes. Si queréis reactivar el consumo en este país, disfrutad de lugares como el Don Homer y el Pizzerola en Murcia o el Kiosko Real en Lorca. Y hacedlo a altas horas de la noche, como debe ser. Aquí me despido. Pasaos mañana, a ver qué pasa.

Imagen cortesía de Marshall Astor, licencia CC BY-SA

lunes, 29 de septiembre de 2014

Feriante en feria

Queridos feriantes, ante todo, feliz lunes.
Hoy no me voy a explayar demasiado ni voy a entrar en disertaciones cómico filosóficas, como suele ser mi costumbre en los últimos días.
Hoy voy a ser muy breve. Sólo quiero dar las gracias a todas las personas de mi vida. Desde mi chica, a la que adoro, pasando por mi familia, mis amigos y hasta mis perritos. Incluso en los momentos más complejos, ellos te recuerdan que, como decía el gran Andrés Montes, la vida puede ser maravillosa.
Este fin de semana he estado con casi todos ellos en la Feria de Lorca, y ha sido estupendo. Así que no me queda mucho más que añadir.
Eso sí, ilustro esta entrada con una rica foto de gambas a la plancha, que siempre da buen rollo, en especial en lunes lluviosos como hoy.



Otro día os comento más sobre lo que fue el fin de semana, con concierto de Raphael incluído.
Nada más, queridos. Aquí me despido por hoy deseando lo mejor, tal y como yo lo tengo. Cuidaos mucho y pasaos mañana, a ver qué pasa.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Un finde para el recuerdo

Queridos feriantes, los pasados días de libranza se convirtieron en un finde para el recuerdo. Al menos para mí. Y eso que no eran amigos míos de forma directa, la gente con la que estuve, pero acabó siendo fantástico.
Todo empezó más o menos normal. Nos pasamos por el Bar Almirante de Murcia a tomar unas tapas y unas cervezas. Compañia y agradable y ambiente tranquilito de lo más simpático. Sus mini hamburguesas son geniales.
De ahí nos desplazamos a una “fiesta remember” de tarde que una amiga de mi chica, y creo que mía ya por extensión, había organizado. Nuevamente ambiente agradable, música que se deja escuchar y risas y buen rollo. Va llegando la gente durante la tarde y, al final, como no podía ser de otra forma, nos quedamos los buenos, los de siempre, los que raramente fallamos o defraudamos, aguantando y levantando las barras de bar. ¿Qué mejor manera de acabar la noche que “el cuñao”?
Dicho “cuñao” no es el nombre de un local. Es el Bar El Corrental, un clásico de Murcia que tiene las mejores hamburguesas y perritos calientes de toda la ciudad. Una vez más, risas y un ambiente fantástico que pocas veces falla, por no decir ninguna.
Finalmente, tras un buen rato más de bar en el clásico Kitsch, nos volvimos a casa con una pequeña “peonza” de campeonato en la cabeza y la agradable sensación de “qué bien me lo he pasao”. Lo dicho, un finde para el recuerdo.
Queridos feriantes, hasta aquí mi disertación de hoy. Pasaos mañana, a ver qué pasa.

martes, 23 de septiembre de 2014

Anoche vi llover

Queridos feriantes, como muchos de vosotros ya sabéis, soy de Murcia. Es curioso, pero a mucha gente le hace gracia cuando digo esta frase. En fin, allá cada cual.
A lo que íbamos. El caso es que aquí, como muchos ya sabréis, pues sois muy listos, llover, lo que se entiende por agua que cae del cielo con origen en las nubes, llueve poco. Por eso me llamó tanto la atención la violencia con la que lo hizo ayer. ¿Da esto para todo un artículo? Imagino que para un gallego no, pues es su día a día. Pero para un murciano, da y mucho.

Aquí tenemos una sequía tremenda. De hecho, este último verano ha sido de los que menos precipitaciones hemos recibido en años. La conocida huerta murciana y su campo y agricultura sufre año tras año el duro golpe de la falta de agua. Yo no voy a entrar en disensiones políticas sobre este tema, pues está manido, quemado y sobreexplotado y mal utilizado por políticos y demás personas que se creen sus patrañas.
El caso es que para una vez que llueve, aunque lo haga con violencia como ayer, se agradece. El ambiente se limpia, la vegetación recibe una dosis extra de alimento y mi chica y yo miramos por la ventana y hacemos fotos obnubilados como si fuese nuestra primera vez (en ver llover, claro está. Esto va por los malpensados).
Y es precioso estar en casita mirando por la ventana abrazados mientras en la calle llueve. Ves la carretera bajar llena de agua. Los árboles movidos por el viento. Y ahí estamos nosotros, protegidos y cómodos en casita, con el corazón y la piel a buen recaudo. Una maravillosa excepcional que recomiendo a todos los feriantes del mundo.
Pues ya está mi entrada de hoy, amigos míos. Solo quería decir esto. Pasaos mañana, queridos feriantes, a ver qué pasa.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Ir o no ir

Muy buenas, queridos feriantes. Aquí estamos un día más para hablar de la vida, las aventuras y el amor. Hoy vengo con una historia que no por conocida deja de ser peculiar.
Anoche salí a tomar una cerveza junto con mi chica con una amiga. Zonas tranquilas, tapita y bebida fresca. Una muchacha soltera, simpática y guapa, de las que además gusta de cuidarse bien. Ese es el entorno.
Una vez puestos en contexto, vamos al meollo. Resulta que a esta muchacha le caen unos cuantos whatsapp de un chico simpático y agradable que está por ahí tomando una copa con amigos. Pero ella no se ve suficientemente arreglada, aunque está muy tentada de acudir a la llamada del lozano caballero, pues el feeling es conocido y deseado.
Por supuesto, mi chica y yo, fieles a nuestra filosofía de vida, le animamos a acudir. Si hay algo en el mundo que debéis tener claro, queridos feriantes, es que raramente el mismo tren vuelve a pasar. Veréis otros, pero siempre habrá alguna variación. Osea que, o coges las oportunidades en el momento o las pierdes.
Finalmente, la muchacha decidió acercarse a ver al mochuelo, no sin antes arreglarse un poco y sentirse mejor consigo misma. No obstane, puedo dar fe de que no era necesaria tal cosa, pero oye, cada uno es como es y se siente cómodo a su estilo.

La moraleja, queridos feriantes, no por obvia deja de ser constructiva. Si de verdad se te presenta una oportunidad en la que crees y te atrae, no la dejes pasar, pues no sabes si podrás volver a aprovecharla en otra ocasión. Si no te sientes bien contigo mismo y piensas que no es el momento, tal vez es que esa es la realidad, no es el momento.
Aquì me despido, queridos feriantes. Pasaos mañana, a ver lo que pasa.

Imagen cortesía de Jarine Lay, licencia CC BY

jueves, 18 de septiembre de 2014

Los lugares más bellos

Queridos feriantes, debo anunciaros que esta semana estoy muy reflexivo. Todo cuanto me rodea me supone una honda vertiente de pensamiento. Qué os voy a decir, tiene que haber momentos para todo. Así pues, hoy comentaré mi parecer sobre los lugares más bellos.

Está claro que un sitio bonito es totalmente disfrutable. Pese a no ser lo mismo, ya desde una fotografía se puede apreciar la belleza de un lugar que ofrece una visión encantadora y un alimento para el alma.
Ahora bien. Mi línea de pensamiento es la siguiente. ¿Para qué sirve disfrutar de un lugar bonito? Una profesora de ética me decía que no debíamos pasar por la universidad, sino dejar que la universidad pasase por nosotros. En aquel momento no la entendía demasiado bien. Con el tiempo aprendí que no utilicé ese conocimiento hasta mis dos últimos años de carrera, cuando cursé asignaturas como Historia medieval, astronomía o geografía humana. Todas ellas muy alejadas de mis estudios principales.
Esto me ha servido mucho en la vida. No vale únicamente con pasar por un lugar bonito y decir ¡oh, qué belleza! Hay que dejar que ese lugar te inspire, te llene los poros de tu piel, te atraiga, te haga soñar y entre por todas partes de tu mente y conciencia. De otra forma, solo estás viendo una manifestación geográfica o edificio que resulta llamativo.
Hay que disfrutar de cada lugar permitiéndole que entre en nosotros. Y esto se consigue viviendo cada segundo al máximo. Buscando en la vida lo que realmente queremos y amamos. Y rodeándonos de la gente que nos merece la pena y nos acompaña en el camino por lo que somos. De otra forma, vaciamos de contenido la belleza.
Esto es todo por hoy, queridos feriantes. Pasaos mañana, a ver qué pasa.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

¿Quiénes somos?

A veces me pregunto quién soy. Qué busco en la vida. Cuáles son mis objetivos, mis sueños, mis metas... Observo mi pasado, juzgo mi presente e imagino mi futuro. Y es que no siempre son fáciles las cosas, queridos feriantes.
El otro día descubrí el mercado de Verónicas en Murcia junto a mi chica y unos amigos. Un lugar excelente dónde comprar buena carne, pescado y verdura y fruta. Un sitio genial para ir a tomarte el aperitivo. Eliges qué te gusta, te lo compras del puesto que desees y lo llevas a uno de los bares para que te lo cocinen. Todo un lujo. Lo pasamos genial.

Ayer fue un día lluvioso en Murcia. Sin embargo, salimos a tomar una cerveza y también lo pasamos muy bien.
Hoy por hoy, el trabajo escasea, queridos feriantes. Por eso me pregunto muy a menudo si hago bien gastando en mi bienestar y el de mi chica. Tal vez debería ahorrar cada euro que cae en mis manos, porque las vacas flacas ya se avistan al final de la carretera y todo va muy rápido. Sin embargo, me impregna continuamente esa sensación de que tengo que vivir el presente y confiar en que mi buen hacer me permitirá salir adelante cuando vengan peor dadas que ahora mismo.
Y aquí me hallo. Envuelto en oscuros pensamientos, rodeado de belleza y bondad en casa. No tiene sentido, ¿verdad, feriantes? La vida no siempre es fácil. De hecho, raramente lo es. Yo elegí mi camino. El de pensar, reflexionar y buscar mis propios puntos de vista de todo cuanto me rodea. Pero no siempre es fácil, queridos.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

No pretendo ser oportunista

No pretendo ser oportunista, como bien reza el título de este artículo. Todo cuanto escriba a continuación va a ser parecido a cómo lo había planteado anteriormente. No obstante, la realidad me ha llevado a crear una comparativa que espero que ningún feriante entienda mal.

La muerte de este banquero tan famoso que ha acaecido hoy es una desgracia. Nunca debemos alegrarnos del mal ajeno, por mucho que en demasiadas ocasiones parezca un deporte nacional. Por otro lado, también andan hospitalizados los máximos jerifaltes de unos conocidos grandes almacenes de la corte británica y de una entidad crediticia con nombre de una famosa ciudad catalana. Todo ello me lleva a pensar en el dinero y en mi verano.
En el dinero por la sencilla y obvia razón de que por mucho que acumules a lo largo de tu vida, vas a acabar igual. No importa si has vivido como un rey o como un pordiosero. Al final, mueres y todo se termina. De tí depende cómo lo quieres hacer y qué herencia deseas dejar en el mundo.
En lo referente a mi verano, muchos feriantes se extrañarán. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Pues es sencillo. Cuando estás con la persona que quieres y compartes momentos inolvidables con ella, la vida es mucho más sencilla y bonita. Y es en ese momento cuando aprendes que no hace falta tanto para acercarse a la felicidad.
Yo mismo, en otros momentos de mi vida, he deseado tener más y más. Pero es ahora, cuando menos tengo, cuando he logrado al fin hacer de la necesidad virtud. Cada día busco menos para estar tranquilo y feliz. Mi chica, mi familia, mis buenos amigos y mis perritos. Una vez completado esto, con tener los gastos mínimos cubiertos, estoy encantado.
La defunción de este señor tan rico y cuyo banco ha hecho daño a tanta gente, algunos muy conocidos y queridos por mí, me hace reflexionar sobre la vida y la muerte. A él ya no le importa el legado que deja. Sus números son increíbles y un montón de pelotas y cretinos le alabarán como a un dios de las finanzas. ¿Quién sabe? Igual era una bellísima persona en su fuero interno y con su gente. Pero el legado que a mí me deja es malo. No le conozco de nada, no entiendo por qué su entidad trata así a las personas y lo tienen que sufrir mis seres queridos. No somos menos que él aunque no tengamos tanto dinero.
Me despido ya, queridos feriantes. Siento si he estado muy negativo o reflexivo. Tiene que haber momentos para todo. Al menos he tenido un verano maravilloso junto a los míos y la vuelta al “cole” va por buen camino. Sed felices.

lunes, 18 de agosto de 2014

REFLEXIONES DE "EL GRAN SALTO"

Hola Feriant@s:
Vuelvo a escribir después de una temporada, esto es porque estoy dedicado de pleno a mi vida de feriante y no paro un segundo, pero han hecho referencia a mi aquí ( http://estheritalaviajera.blogspot.com.es/2014/08/dar-el-gran-salto.html ) y es un tema que realmente es muy motivador.
Dar el salto es una cosa bastante difícil por lo que veo alrededor. Hay mucha gente inmóvil y con esto no quiero decir que dar el salto sea irte a la "conchinchina" sino hacer algo diferente a lo que haces habitualmente. Yo di un salto hace un tiempo y como dice muy bien Estherita me volví con una mochila enorme de experiencias que no podría haber conseguido sin "moverme".
Ella está con su pareja en ese salto y seguro que les va a ir genial. Se que al principio es un poco complicado, no conoces a nadie, no conoces las costumbres, no eres "como ellos".... Son una serie de retos apasionantes que una vez que los pruebas enganchan y mucho.
Una cosa tengo clara después de mi experiencia, NUNCA SALE MAL aunque no se cumplan tus objetivos iniciales.

Cuando "salté" me dijeron que cuando volviera todo seguiría igual y así es, así que fuera solo se puede crecer y mucho.

¡De esto no os arrepentiréis seguro!

Os dejo un vídeo que explica muy bien lo que somos y lo que podemos ser. Nos incluye a todos sin excepción (es mi opinión). https://www.youtube.com/watch?v=i07qz_6Mk7g

Besos mil feriant@s.
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jueves, 7 de agosto de 2014

Veranos en La Manga del Mar Menor

Tiempo atrás, cuando mi edad rondaba los 4 a 10 años aproximadamente, pasé varios veranos en La Manga del Mar Menor junto a mi familia.

Recuerdo perfectamente aquellos viajes con unas ocho personas en el coche (padres, hermanos y abuelos incluidos) y el maletero y techo del vehículo a punto de reventar. Hacer ese viaje en un Seat 1430 tendría hoy día un mérito insólito.
Debéis saber, queridos feriantes, que estos recuerdos me vienen ahora muy vívidos a mi memoria. Eran tiempos felices en los que no tenía grandes preocupaciones más que las de un niño de aquella edad. Pero, por desgracia, por mucho que me gustasen las playas de esta bella costa de Murcia, no era posible continuar con aquellos veraneos esporádicos por motivos laborales paternos relacionados con el fenómeno del "rodríguez" y las distancias.
Ahora, más de 25 años después, resulta que mis huesos vuelven a caer sobre este bendito lugar. Un sitio que podía haber sido paradisíaco, pero que por culpa de la construcción y la ambición humana desmedida, es algo menos entrañable. No obstante, en honor a la verdad, sigue manteniendo un encanto especial pese a su superpoblación.
Y heme aquí en circunstancias similiares a las de mis añorados veranos de niñez. En familia, con niños, padres y abuelos. Eso sí, mi edad es bastante más avanzada. Pero yo, como buen feriante que soy, no tengo grandes problemas para transformarme en el pequeño que, en realidad, jamás he dejado de ser.
Queridos feriantes, si tenéis oportunidad de descansar vuestros cuerpos mientras pasáis unos bonitos veranos en La Manga del Mar Menor, yo os lo recomiendo con pasión. Encontraréis grandes contrariedades, como el hecho de no tener un paseo marítimo, un acceso decente a sus playas o un tráfico excesivo, pero, a fin de cuentas, esto se acaba convirtiendo en una parte importante de sus encantos.

miércoles, 30 de julio de 2014

¡Viva la Vida!

Muy buenas queridos feriantes. Llevaba ya unos días sin pasar por aquí. Entre unas cosas y otras, nos liamos aquí y allá con trabajo por doquier y se nos olvida lo importante que es decir de vez en cuando ¡Viva la Vida!
Por mucho que el trabajo nos sature, aunque nos podamos sentir agobiados, pese a que las preocupaciones a veces están por encima nuestro propio bienestar, no hay que perder jamás la perspectiva. No es necesario ser un feriante para saber estas cosas. Simplemente hay que vivir, porque solo vamos a tener una vida, y no merece la pena pasarla sufriendo.
Como decían muchos de nuestros abuelos, aquello de "hemos venido a este mundo a sufrir", parece que aún hoy, con las posibilidades que tenemos, todavía queda gente así. Pero esto es un error total. Yo prefiero quedarme con aquella canción de los Monty Python, "mira siempre el lado brillante de la vida".
No olvidéis que por mucha mierda que os quieran echar encima, no hay que perder jamás de vista la perspectiva. El camino a seguir en tu vida según tus convicciones y tu felicidad siempre debe estar claro. Por mucho que te desvíes, trata en todo momento de volver a él. De lo contrario, al final harás buenas las palabras de tu abuela.

El panorama no es precisamente alentador. Eso es evidente. Pero, queridos feriantes, solo os digo una cosa. Coged una cerveza, vino, cava o refresco, levantadla y brindad conmigo al grito de ¡Viva la Vida!

jueves, 17 de julio de 2014

Loquillo en Córdoba

Queridos feriantes, os voy a contar un par de cosas sobre mi último fin de semana junto a mi adorada chica. Estuvimos viendo a Loquillo en Córdoba, que, como no podía ser de otra forma, no defraudó.

No obstante, antes de continuar, me quedo con una frase que dijo al final del concierto, cuando presentaba a los músicos. Tras haber encomiado a los seis que compartían el escenario junto a él, soltó: Barcelona no resta, Barcelona suma. No voy a entrar en política, pero me gusta la gente que no tiene miedo a mojarse. Qué le voy a hacer, soy un feriante con convicciones.
Por lo demás, debo añadir que fue un concierto divertido, en el Teatro Axerquía, en pleno corazón de una ciudad preciosa como es Córdoba. Además, pudimos ver a los artistas a pocos metros, y sin agobios, aunque la foto no haga honor, jejeje.
Antes habíamos escuchado a Ariel Rot, un viejo rockero que lleva la música en la sangre. Después, Loquillo, que fue él mismo. Como no podía ser de otra forma. Si queréis ir a un concierto suyo, que yo recomiendo, aquí tenéis su web para informaros.
Reconozco no ser un gran fan de este señor que lleva años en la carretera y escenarios. No obstante, para el nivel musical que sufro en los últimos quince años, lo prefiero a todo cuanto veo en un panorama que no deja de asombrarme por su baja calidad y creatividad.
Y ahora, después de meterme en este charco que suena a reaggeton y productos musicales "chunda - chunda", un poco de información sobre Córdoba:
  • Lo primero, en cuanto a locales gastronómicos, como nos dijo un taxista, es muy difícil fallar. Ni La Posada del Caballo Andaluz ni la Taberna La Viuda nos defraudaron.
  • Los Apartamentos la Castilleja, a las afueras de Córdoba, están bien acondicionados y son muy cómodos. Además, tienen una piscina excelente. Son ideales para pasar unos días tranquilos y sin agobios ni ruidos. Eso sí, que la gente se lleve sus toallas al estudio y no las deje en las tumbonas, pues está prohibido mientras no estés allí de cuerpo presente.
  • Además, es cierto que es una ciudad calurosa. Pero sabed que si váis desde Murcia, como mi chica y yo, no es un problema. No irás de Guatemala a Guatepeor si no de Guatemala a Guatemala.
  • Por útimo, cuidado con la ciudad. Este feriante que suscribe tiene algo con Córdoba que aún no ha podido identificar. La primera vez que estuve, me quedé sin aceite en el coche al salir. Este vez, pinchamos una rueda. Es como si fuese un lugar que no me quiere dejar marchar. Y lo cierto es que es un sitio fantástico. Seguiré investigando sobre el tema.
Bueno, queridos feriantes, hoy me he extendido un poco. Aquí me despido dándole las gracias a mi chica por ser tan maravillosa y por llenar ese vacío de mi corazón que solo ella sabe ocupar. Cuidaos mucho, amigos. Un besazo inmeso para mi niña.

miércoles, 9 de julio de 2014

Feriantes y niños

A veces, los feriantes no nos dedicamos únicamente a hacer lo que se nos presupone o nos gusta. No siempre la vida tiene que ser jolgorio y calle. No obstante, eso no significa que tenga que ser casa y cama. Hay un término medio vital y muy importante. Este que suscribe lo encuentra en los feriantes y niños.

¿Qué significa esto? Pues que de vez en cuando, entre trabajo, salidas, sofás y viajes, uno echa en falta el afecto y el cariño que solo un niño te puede dar. Para eso, nada mejor que pasar un buen rato con mis sobrinos y me quedo encantado de la vida.
Eso sí, por mucho aguante y resistencia que mis huesos y músculos tengan, ellos me ganan. Y me ganan por una diferencia abismal. Cada rato que paso en su magnífica y divertida compañía, es como un mes de vida que tengo que sufrir recuperándome del esfuerzo físico sin igual. Como se dice popularmente, "me dejan para pipas".
No obstante, es bien sabido que la compañía de un pequeñajo es algo maravilloso. Ellos no tienen limitadas sus emociones aún, por lo que no interpretan, no te mienten y no hacen el paripé. Si están agusto contigo lo notas y te lo hacen saber. Si no, también.
Así pues, mi consejo, queridos feriantes, es que si tenéis niños, sobrinos o hijos de amigos, aprovechad cada minuto que podáis a su lado, pues nada hace envejecer más el cuerpo humano pero rejuvenecer su alma que los chiquillos. Disfrutad de su compañía.

domingo, 6 de julio de 2014

La España eterna, la eterna Europa (el país)

Hola feriantes:
Pues resulta que hoy he amanecido en mi "amada Lorca" y no se me ha ocurrido nada mejor que hacer que comprarme el periódico y...
Y me leo una opinión (http://elpais.com/elpais/2014/07/03/eps/1404407212_139263.html) y no puedo dejar de asentir...., ¿y si por una vez todos empujáramos al mismo tiempo en la misma dirección (la de todos)?, después de releer la pregunta me he dado cuenta de que es imposible, las direcciones son infinitas incluso para lo de todos (sanidad, educación...)

En fin, que voy a seguir con mis quintos y disfrutar de mi vida, ¿es vuestra dirección?.

Besos mil...

PIN

viernes, 4 de julio de 2014

Gran hermano rural

Si hay algo que le gusta hacer a este feriante que suscribe, es participar en el gran hermano rural. ¿Qué es esto? A continuación desgloso un poco de información.
Con mi grupo de amigos de toda la vida, año a año, a comienzos del verano, nos gusta ir un fin de semana completo a una casa rural a pasar unos días de convivencia. Esta tradición la mantenemos desde hace unos quince años, que no está nada mal.
Pero debo decir que este gran hermano rural que me encanta, también me hace pensar en el paso del tiempo y de los años.
Me hace ver cómo hemos cambiado cuando contamos anécdotas de lo que hacíamos o hicimos en otras ediciones.
Me hace recordar cuando íbamos solteros o con novias y casi no se salía de la habitación según el personaje en cuestión. Ahora, casi todos están casados.
Me hace recordar cuando estábamos hasta las 8 de la mañana de fiesta, en contraposición a hoy, cuando muchos tienen hijos y ya de diez niños no baja la edición.
Me hace pensar en las primeras cenas, cuando muchos llevábamos una pizza precocinada para calentar en el horno. Hoy hay todo tipo de manjares muy elaborados.
En definitiva, me hace pensar en el paso de los años. Y me permite sentirme feliz, pues por mucho que pase el tiempo y por muchos acontecimientos que cambien nuestra vida, siempre volvemos a reencontrarnos en ese gran hermano rural que tanto disfrutamos juntos.
Aquí me despido, queridos feriantes.

miércoles, 2 de julio de 2014

Feriantes en faena

La vida de un feriante nunca cesa. Hay pocos días de asueto en el largo y complejo transcurrir de la existencia de una persona que tiene serios problemas para estar quieto.
No obstante, no debemos olvidar que la inquietud es un arma excelente. La gente así siempre está buscando algo nuevo. Experiencias, aventuras, lugares, personas... No hay que dejar pasar cualquier oportunidad que la vida nos ofrezca para vivir aquello que deseamos.
Nos están educando de una forma conservadora para que nos conformemos con lo que nos dan. Coge lo seguro y olvídate de las aventuras, de tus sueños y de hacer lo que realmente quieres que sea tu vida. Pero un feriante no es así. Nosotros cogemos al toro por los cuernos y nos atrevemos. Es cierto que llevamos ya unas cuantas cornadas, pero aun así merece la pena.
Tomar la decisión correcta no siempre es fácil. Si te ofrecen un trabajo, puedes decir que has acertado porque tienes ingresos. Pero no sabes si al día siguiente te van a dar uno mejor, que se ajuste más a lo que eres o lo que quieres.
Todo son decisiones. Yo, por ejemplo, como feriante, en los últimos días he dejado varios trabajos que no solo no me llenaban, sino que me estaban quitando el sueño y el apetito. Era dinero, pero no me merecía la pena.
Unos días después, me han llegado oportunidades con las que soñaba y sabía que podía tener tarde o temprano. Y no me arrepiento de mis decisiones pasadas. Trato de vivir la vida tal como viene, con calma, humildad e ilusión. Hago lo que se, como puedo y lo mejor que soy capaz. Eso me permite tener la conciencia tranquila y disfrutar de la vida y del tiempo libre.
Bueno, queridos feriantes. Me despido por hoy. Se que he estado quizás algo denso, pero me apetecía contarlo. Ahora, si sois tan amables, pinchad en nuestra estupenda publicidad, que le vendrá muy bien a nuestras arcas y bolsillos, jajajaja ;).

viernes, 20 de junio de 2014

Findes Pseudos

Queridos feriantes, las cosas no siempre salen como esperas. A veces, aún buscando un finde tranquilito, reposado, dando paseos y baños por la playa y alguna comida de lujo en un lugar cerca del mar, todo se tuerce.
De todas formas, no interpretemos el "todo se tuerce" como algo negativo o peyorativo. Es más bien un, "no es lo que esperaba, pero merece la pena". Y merece la pena porque ves a tus amigos que se acercan más a los 40 que a los 30 jugando al "duro" como hace más de 15 años, por ejemplo. O disfrutas con tu chica compitiendo en chistes graciosos con un camarero simpático. O te tomas una cerveza mientras a la selección de tu país le meten una soberana paliza y notas que te importa un bledo.
A eso me refiero con los findes pseudos. No son lo que esperas, pero te lo pasas estupendamente, aceptas las cosas tal como vienen, te adaptas a la dirección del viento y lo disfrutas. Porque en la vida, ya hay mucha mierda para sufrir, por eso creo que es mejor aprovechar las ocasiones que se te presentan para pasar un buen rato junto a los que quieres.
Queridos feriantes, os deseo de corazón un feliz finde, sea pseudo o no. Hasta la semana que viene.

jueves, 19 de junio de 2014

Pues sí

Queridos feriantes, pues sí. Anoche se perdió en un partido de una selección que sentimos como nuestra (yo cada día menos, la verdad).

Esto me llama la atención. Recuerdo haber vivido el Europeo de 2008 con una tensión inusitada. Los penaltis contra Italia los ví de rodillas en una heladería de Alicante por azares del destino.
Aún me quedó algo de fuelle para el Mundial de 2010. Todo fue estupendo y me alegré mucho de que España ganase.
Luego llegó la Eurocopa del 2012 y, francamente, tenía cosas mucho más importantes en mi vida en las que pensar. Me di cuenta de que el fútbol, antaño de vital importancia en mi vida, cada día me daba más igual. Había tanto que disfrutar, que el hecho de que unos señores multimillonarios que le dan patadas a un balón en ropa interior me resultaba casi de risa.
Y en circunstancias particulares y personales curiosas ha llegado este Mundial de 2014. Lo cierto es que me daba exactamente igual lo que España hiciese. Si gana, pues mejor. Para que se lo lleven los brasileños o alemanes, pues que gane el de aquí. Pero, sinceramente, me resulta absolutamente indiferente lo que ocurra. ¿Se vuelven pronto? Pues dinero que nos ahorramos, que no están las cosas para ir malgastando.
Sí que quedo con una consideración, queridos feriantes. Anoche vi el partido en un bar. Observé cuánto importaba esto a la gente y lo nerviosos y tristes que se ponían. Cabreados incluso, diría yo. Si esto es así cuando la selección hace un mal partido, ¿qué pasaría si fuésemos iguales cuándo un gobierno promulga una mala ley?
Besos y a cuidarse, queridos.

viernes, 13 de junio de 2014

Hablemos

Queridos feriantes, hablemos de la vida. Y es que nuestra existencia y largo caminar por esos mundos de ahí están llenos de aventuras, humor, satisfacciones y diversión, pero también a veces hay mucho dolor, incapacidad, impotencia y malos rollos.
Este blog nació de la fértil imaginación de dos atolondrados como somos Pin y yo. En su día, en tiempos más aciagos que los de hoy, estábamos algo más perdidos, diría yo. Bueno, andábamos de bote en bote tratando de disfrutar de las mieles que la vida nos ofrecía. Pero, en realidad, yo diría que buscábamos nuestros sitio en el mundo.
No es que sufriéramos, pero esta foto refleja muy a las claras el estado de melancolía que, al menos, este que suscribe, vivía en sus propias carnes. Sí que es cierto que íbamos de aquí para allá, nos reíamos y salíamos mucho. Pero, en todo momento, faltaba algo.
Buscabas aquí. Probabas allá. Notabas que alguna tuerca no terminaba de funcionar bien del todo. Un hueco vacío que no parecía fácil de llenar. Te reías, pero al día siguiente, el vacío seguía ahí.
Hoy en día, todo es más sencillo y divertido. Divertido de verdad. Al final, con buena predisposición y dosis de paciencia monumentales, todo se reconduce. Solo tienes que intentar no perder la calma nunca y aprovechar las ocasiones que la vida te brinda. En realidad, no es más complicado.
Bueno, queridos feriantes, me tengo que ir ya. Solo quiero desearos un feliz fin de semana. Nos leemos el próximo lunes o martes y nos contamos las aventuras pertinentes. Sed felices y tomáoslo con calma. Así, todo es mucho más disfrutable.

miércoles, 11 de junio de 2014

En Mojácar con tintes xerezanos

Muy buenas, queridos feriantes. Hacía tiempo que nos veíamos por aquí. Reconozco que he pasado unos días muy liado y me ha sido imposible volver a compartir con vosotros mis aventuras de última hora. Pero ya hemos vuelto y estamos en plenitud de forma.
El caso es que este último fin de semana, mis huesos han ido a parar a Mojácar. Allí me fui a los apartamentos Best Indalo en compañía de mi chica. El motivo fue sencillo, era su cumple y nos queríamos dar un buen homenaje.
No obstante, el finde estuve lleno de sensaciones. Comenzó bien, aunque un poco resacosos. El problema fue el sábado al mediodía, cuando accedimos al hotel. Ya os puedo decir que no da buen rollo llegar a un sitio y encontrarte de frente con un niño cachas en bañador con el nombre de "Cristian" tatuado en el pecho.
Una vez superada la conmoción inicial, el olor a tubería del estudio y los gritos de la gran cantidad de "botelloneros" que por allí rondaban para disfruar de la noche del pueblo en fiestas, conseguimos salir estupefactos al chiringuito "Aguamarina", justo enfrente.
Este fue nuestro primer triunfo del finde. Menudos espetos de gallopedro y gambas que nos hizo el "Quillo de Xerez". Tan colegas nos hicimos que hasta le regaló a mi chica un espeto dedicado. El tío había sido "bailaor" en giras con Ojos de Brujo y todo. Un pedazo de crack.
Al día siguiente, volvimos al "Aguamarina" a que el "Quillo de Xerez" nos deleitara con nuevos espetos espectaculares. Esta vez fueron melva (un kilo pesaba el ejemplar) y calamares. Nuevo triunfo.
Y después, madre mía después. Con el "Quillo" al Patio 2000, con música en directo de un grupillo muy majo que versionaba Bon Jovi, Rolling Stones y hasta Medina Azahara. Eso sí, les recomiendo que le bajen el volumen al micro del cantante. El tío es muy marchoso y cañero, pero su voz ha conocido tiempos mejores. Esto lo digo sin ningún tipo de acritud.
Al final, recuperación a base de lectura, piscina y buena cocina griega en el restaurante "Eudoxia". Calidad, tranquilidad y buen precio. En la playa de Mojácar.
Bueno, queridos feriantes. Después de un finde excelente y la alegría de haber vuelto por estos lares, ya os aviso que me leeréis bastante más, sobretodo si aceptan mi solicitud de meterle publicidad a la página. De algo hay que vivir, ¿no os parece?
Un saludo y a cuidarse mucho.

jueves, 15 de mayo de 2014

Feriantes en reposo

Pues sí, queridos feriantes. Hasta los más profesionales necesitamos el descanso del guerrero. Estamos ante el verano. Los planes aparecen por doquier. El trabajo es absorbente. Y yo necesito un descanso.
Tampoco pido mucho. Un finde de esos de bajar a la playa, leer un libro y comer tranquilo en un sitio bonito. Pasear con mi chica. Sacar a los perros. Disfrutar del sol y dormir como un niño la peli de DVD de turno.
Así pues, si nadie lo remedia, creo que este feriante va a pasar de todo y se va a tomar unas vacaciones de sus feriantadas, que le hacen mucha falta. Mañana Dios dirá, pero hoy... hoy es lo que pide el cuerpo, y ese sabe mucho. No seré yo quien se atreva a negárselo, jejeje.
Nos vemos,queridos feriantes.

miércoles, 7 de mayo de 2014

La nave que viaja por el mar del verano

Queridos varios, la nave feriante sigue navegando por los mares mediterráneos que bañan la Comunidad Murciana. En estos tiempos de sol y calorcito, visitamos la playa tanto como podemos. De hecho, para quienes no conozcan estas costas, ya les podemos decir que no es una mala idea venir a dar un paseo.
El caso es que el trabajo parece que comienza a salir, aunque un poco a regañadientes. Con mucho esfuerzo, comenzamos a asomar la cabeza por la boca del pozo. Hay mucha luz, y eso es estupendo. Gracias a ello, conseguimos continuar con nuestras feriantadas varias.
Este último finde nos paseamos por La Manga del Mar Menor. Lo que parecían unos días tranquilos se convirtieron en quintos por doquier y un no parar. Aún no me lo creo, pero cuando trato de levantarme del sofá, mis huesos me dicen que no fue un sueño.
Durante la semana, mucho trabajo que con esfuerzo e ilusión, va saliendo adelante. Los fines de semana, esos son para nosotros. Mi feriante de cabecera y yo tratamos de estar allí donde se nos quiere. Alegra saber que hay tanta gente que disfruta de nuestra compañía. En esos momentos, te das cuenta de que ser una buena persona es algo bonito y que merece la pena.
Bueno, queridos feriantes. Aquí me despido. Siento si he estado más profundo y petardero. No os preocupéis. Hay días para todo. Abrazos, queridos.

lunes, 28 de abril de 2014

Se acabó

Al fin, queridos feriantes. Ha sido duro por lo largo y lo extenso (no penséis mal, o sí), pero se acabó. Y es que todo tiene un clásico y hollywoodiense "The End", y las fiestas no podían ser menos.
Tras dos semanas de calor primaveral y calles abarrotadas de gente luciendo su "murcianía", ya hemos llegado al final. No ha estado mal, pero ha sido extenuante. A veces, ser feriante no es tan sencillo como debiera. Y es que yo, pese a no desdeñar estas celebraciones, prefiero los aperitivos de un sábado cualquiera que se acaban alargando y ese tipo de eventos minoritarios, más allá de las grandes fiestas de postín.
El caso es que ahora toca descansar un poco y reponer fuerzas y energías, pues la vida de un feriante no conoce el reposo del guerrero más que durante breves lapsus de tiempo. Seguiremos informando, queridos varios.

jueves, 24 de abril de 2014

Fiestas y más fiestas

Esto es una locura, queridos feriantes. Debo decir que no soy un gran apasionado de las fiestas populares, pero tampoco les hago ascos. No obstante, como murciano que me considero, pues vivo aquí, debo decir que enganchar la Semana Santa con las Fiestas de Primavera puede ser un ejercicio fastuoso y extenuante.
Por muy feriante que uno sea, que lo soy, esto es duro, queridos. Yo he nacido para esto y se me da de lujo, pero se hace largo. Estas dos semanas son como una especie de Tourmalet para los fiesteros. Horas y horas de estar de pie calentando la cerveza en la mano, con la música de fondo, nazarenos, pasos, sardineros, huertanos, comidas copiosas, reencuentros... Un carrusel de emociones físicas y mentales que te dejan extenuado y sin fuerzas hasta para cortarte una uña del pie.
Encima, cuando eres estudiante, te puede pasar unos días tranquilito de vacaciones. Si por el contrario eres currante, vete preparando el cuerpo, porque no va a recibir un solo segundo tregua.
En fin, queridos feriantes. Seguimos vivos, que es lo que importa. Nos queda el último empujoncito sardinero para este sábado y a descansar, que os puede asegurar que me lo he ganado como un campeón.
Y, como murciano y chanante que soy, solo me queda por añadir esto: ¡hostia, pijo, güebos, viva el bando de la huerta!

lunes, 7 de abril de 2014

Viajando al fin

Queridos feriantes, debo confesar que mis desplazamientos en los últimos meses se han reducido a 100 kilómetros a la redonda y lugares habituales y acostumbrados a contar con mi presencia. No obstante, siempre llega el momento en que la ocasión la pintan calva y cualquier excusa es buena. Tanto es así que ante un regalo que recibí hace meses, decidimos tanto mi chica como yo liarnos la manta a la cabeza y hacer una merecida escapadita, que ya era hora. El destino, Sigüenza, provincia de Guadalajara.
Debo decir antes de nada que el viaje ha sido maravilloso. Pero vamos, la compañía era inmejorable. Íbamos con muchas ganas, pues de vez en cuando es necesario escapar de la rutina en la que sin querer, a veces te rodea por transiltar los lugares comunes de tu vida. Un pequeño respiro en le dilatado devenir de la vida.

El caso es que en aquel pequeño pueblo medieval, hemos estado con reyes. Hospedados en el Porta Coeli, un viejo edificio reformado por la Universidad de Alcalá, y que hemos ubicado como centro de operaciones, nos hemos acercado al castillo y parador, la catedral, la iglesia de Santiago, etc.
Andar por aquel lugar es como revivir la historia. No puedes parar de pensar cómo debía ser la vida allí hace 300, 500 o 1000 años. Es un sitio absorbente que te llena de vida, pero a la vez, también de preguntas y misterios.
Por supuesto, hemos visitado unos cuantos lugares donde no solo se respira historia y espiritualidad. Esos donde se llena el buche. Desde aquí, recomendar todos en los que hemos estado. La Taberna Seguntina, Los Soportales, el Gurugú de la Plazuela, el Bar Alameda y el Tormes. En todos hemos comido de lujo. Por no hablar de una copilla al sol de Castilla en el Pub JL o un concierto homenaje a Sabina el Las Travesañas.
Estábamos de dulce, todo nos salió bien. Incluso acertamos con los bares de carretera. A la ida, La Sima, en la provincia de Cuenca, a la vuelta, El Molino, en la de Albacete. Por cierto, detrás le están poniendo un Auto King. Lo digo para que os vayáis acostumbrando a verlos por las carreteras del país. Yo es el primero con el que me cruzo.
Hasta la próxima, queridos feriantes.