martes, 17 de septiembre de 2013

Bienvenidos a Harvard-cete

Empezamos bien, jejeje. Titular y la clásica broma. En fin, los feriantes somos así.
Ea, a lo que vamos. Fin de semana último de feria en Albacete. Y allí que nos vamos Pin y Pon, y unos cuantos feriantes más. Algunos de ellos de los de toda la vida. ¿El propósito? La clásica despedida de soltero. Habrá quien piense... ¡Qué horterada! ¡Eso está más anticuado que Matusalem! ¡Costumbres antediluvianas! etc.
Pues puede ser, pero a nosotros nos da igual, la verdad sea dicha. Y allí que nos plantamos una buena panda de energúmenos el mismo viernes. Buena cena, buena cerveza, copas baratas y aparición hotelera a eso de las nueve de la mañana. Directos al desayuno, vamos.
Después de haber vestido al novio de bailarina, no era fácil superarse. Pero el ingenio feriante no tiene límite. Así que, vaqueros con el culo al aire y pinta de motero gay, nos pusimos en marcha a eso de las dos. Más tapas y bocatas, cerveza para parar un Talgo, chicas dando latigazos en el desnudo culo del futuro casado, risas, bailes, tejazos que parecían chalets de ricos a diestro y siniestro sin importar edad o condición, cagaleras, payasadas... Una buena fiesta entre amigos feriantes que acabó a las cinco de la mañana para los más salvajes.
La feria de Albacete de diez. Si un día conseguimos que huela menos a pis, será de once, pero al menos los servicios de limpieza no paran. La gente muy agradable y divertida. Despedidas a tutiplén. Feriantes de toda España dando caña. E incluso una clavada de nuestros amigos ferroviarios, que por cuatro chorizos nos cobraron 20 euros por cabeza. No vuelvo a subir al tren. No se cuales eran más chorizos, si ellos o los que nos comimos.
Pero vamos, que ni esto enturbió el buen ambiente reinante. Ahora viene la boda... ¡Qué dios nos pille confesaos!

miércoles, 11 de septiembre de 2013

De feriante por Budapest.

Hola feriant@s:
Pues esto va de mi fantástico fin de semana en Budapest con unos feriantes, a uno lo conocía de mi periplo por el lejano oriente, a otros dos tuve el placer de conocerlos una noche de farándula por Madrid (borrachera correspondiente incluida) y a los otros tres los he conocido en Budapest. El caso es que hace cosa de un mes me dice el feriante oriental que se va con otros congéneres a Budapest, Praga y Berlín durante tres semanas y resulta que el fin de semana pasado no tenia plan, bueno si que tenia feria de Valladolid, pero que quieres que de diga, “húngaras” suena mas exótico que “vallisoletanas”, supongo que será la distancia y que el segundo es mas común de escuchar. Pues allá que miro vuelos y “voila” me aparece en la pantalla 159€ y le doy a comprar billete de Viernes a Lunes (el fin de semana pasado), me planto en Budapest y lo interesante de este viaje ha sido la compañía porque juntarte con 6 tíos que entre todos han corrido mas mundo que Julio Iglesias en toda su vida pues os podéis imaginar la de historias que contar, vamos sin desperdicio. La ciudad es espectacular, impresionante, un fin de semana muy recomendable para una escapada, y la marcha es interesante, bastante interesante, la única pega, según mi compañía es la simpatía del género femenino, que parece ser que no aprendieron a decir ni hola, solo dicen adiós con la mirada y alguna lindeza mas de expresión corporal que no voy a describir, eso sí, guapas a rabiar, no se puede negar, no sé si es que nos toco la disco mas pija de todo el país, pero eso no tenia nombre. Al final (6 o 7am, no recuerdo) a alguien le explicaron que para ligar había que arrimar cebolleta por detrás y que no te vieran, no confío mucho en el sistema pero si alguien quiere esclarecer dicho punto bienvenido a los comentarios.
Como despedida estuvimos en unos baños públicos que no están nada mal.
Repetiría la experiencia.
Besos mil…

PIN

El conciertazo

Hace un par de noches viví un momento bastante peculiar. Resulta que mi feriante de referencia y yo decidimos ir a un concierto amigo. Digo esto por que ella es amiga del bajo (dícese del chico que toca el bajo, no del bajo en sí). A lo que vamos. El caso es que era un concierto gratuito en una zona de Murcia donde hay unos locales llamados huertos. La gente va allí a comer o cenar durante las fiestas, que son estas dos primeras semanas de septiembre. Allí también hay habilitada una zona donde se ofrecen conciertos gratuitos. Dichos conciertos suelen ser interpretados por grupos para un segmento de población tirando a mayorcitos. Vamos, normalmente no bajan de los cincuenta años.
En fin, que me voy por las ramas. El caso es que el concierto al que fuimos nosotros era de un grupo llamado "Carlos Vudú y el clan Jukebox". Por el nombre, ya podéis imaginar que no son ni para niños ni para mayores. Y allí estábamos nosotros, deglutiendo morcillas y salchichas en el huerto contiguo, viendo como señores y señoras de avanzada edad se sentaban esperando ansiosos aquel concierto. Imagiando, supongo, si tocaría una tuna, unas parrandas o unos boleros... Sin sospechar, digo yo, que por allí iban a aparecer unos chicos barbudos, algunos peludos también, a interpretar temas más bien rockeros. Pero desde luego, todo ello alejado del cha cha cha prometido por el cantante, el citado Carlos Vudú (excelente maestro de ceremonias, por cierto).
Y lo más sorprendente, es que la mayoría de aquel octogenario público aguantó la hora y media de concierto. Incluso aplaudieron y cantaron. Y algunos hasta parecían sonreir. No se si por la acción del viento, la sorpresa ante el espectáculo o que de verdad disfrutaron allí.
Y nosotros... nosotros disfrutamos tanto del espectáculo sobre escenario (son bastante buenos y muy recomendables) como del que había en las gradas. Nos vemos en la feria de Lorca. Besos.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Queridísimos todos

Querido Pin. En la vida el querer es poder. Tú no eres ni mejor ni peor bloguero que nadie. Simplemente eres Pin. Mi compañero feriante.
Aquí tenemos un blog para compartir nuestras experiencias con cualquiera que desee. Solo eso. Quien no esté interesado, no mirará. Quien sienta curiosidad, tal vez si. Es sencillo.
Tan sencillo como debemos hacer nosotros con nuestras vidas. Porque hay cantidad de ocasiones en las que nos complicamos la existencia, sin observar que en lo simple y natural suele estar la mejor opción.
Dicho esto, quiero decir que aquí no tratamos de asombrar al mundo. Solo queremos compartir experiencias y vivencias con quien lo desee. Y si a alguien le sirve, pues mira, eso que se lleva.
Ahora bien, como murcianicos que somos, esta noche estrenaremos la feria de Murcia. Visitaremos sus populares huertos. Nos zamparemos unos estupendos montaditos, un zarangollo, una ensalada murciana y lo que se tercie.
Como buenos feriantes que somos, no podemos faltar a tan agradable cita. Y mi feriante de referencia también estará allí. Como no. Y tendremos una velada la mar de agradable, o eso espero.
Venga feriantes, a feriantear por ahí, que la vida es muy corta y se pasa volando. Besos.

martes, 3 de septiembre de 2013

Ponpinponropopon

Hola d. PON, pues sí, aquí estoy un año después repitiendo lugar, q no experiencias, y la verdad es que no se esta nada mal en Conil, hoy ha tocado Caños de Meca y mañana, si el hígado lo permite, Barbate para darnos un pequeño homenaje, a ver si se tercia q esto de ser feriante nunca se sabe...
Bueno a ver si escribo más basura como esta q los cubatas siempre se me han dado bien pero esto de ser bloggero me parece q se me da como el culo..., ¡la madre q me parió!!

Besos mil..
PIN

lunes, 2 de septiembre de 2013

Viaje sin rumbo fijo (VI y final)

Todo tiene su fin. Y como todo tiene su fin, nuestro viaje feriante no va a ser menos.
Escribo estas líneas ya desde mi sofá, tras una buena cura de sueño. Han sido 1200 kilómetros de viaje. Muchos pueblos. Muchos lugares, algunos conocidos, otros por conocer. Pero ya, por fin, descansados y tranquilos. Contentos por el agradable recorrido, pero algo tristes por la finalización aventurera.
Pero bueno, vamos a comentar los mejores momentos de las últimas etapas. Tras un día de piscina y spa en el Hotel Jerez, nos fuimos al centro, donde descubrimos la Parra Vieja, un excelente bar de tapas lleno de encanto arcaico y cañas de cerveza de medio litro. Y por si fuera poco, después aún nos entraron un par de copas. Los feriantes somos así.
Tras descansar y desayunar nuevamente como si no hubiese un mañana, y tras evitar la Vuelta Ciclista que arrancaba desde Jerez, aterrizamos en Granada. Por supuesto, nuestra primera visita fue a la Gramola. Bar de tapas que hemos descubierto recientemente en el que por seis euros por cabeza te vas con un litro de cerveza y cuatro tapas magníficas en el cuerpo. Hamburguesas, fajitas, salmorejo, bolas de patatas, rejos, calamares, bocadillos, sandwiches, chapatas...
En Granada descubrimos el Zaguán del Darro, un hotelito en el Albayzin donde nos alojamos en la habitación Pérez de Pulgar. Bañera hidromasaje, escaleritas abajo para entrar al baño, pantallazo, cama doble y cómoda, decoración maravillosa... y todo ello en un edificio rehabilitado, pero levantado allá por el lejano siglo XVI. Eso si, si alejasen un poco las mesillas de noche del colchón, este que suscribe lo agradecería. Es cierto que no soy muy habilidoso, pero no es menos cierto que conté hasta tres golpes en mi codo... y esos estando despierto. Me consta que hubo más, pero por suerte, me mecía en los dulces brazos de Morfeo.
Para cenar, tras maravilloso paseo por el Albayzin, nada mejor que el restaurante Aben Humeya. Torta del casar y cous cous en un patio de lujo con vistas a la Alhambra que cortan la respiración. Noche de ensueño.
Y tras unas tostaditas, viaje de vuelta a nuestra querida Murcia. Tras siete días de viaje, 1200 kilómetros, visitas, desayunos, cenas, comidas, cervezas, copas, paseos, baños, idas y venidas, lluvias, subidas y bajadas, playa, hoteles, carreteras y caminos, chiringuitos, música en directo, cócteles y que se que más... Ahora os puedo escribir desde mi sofá, en la comodidad de mi hogar, que ha sido un viaje estupendo, que mi feriante de referencia es maravillosa y que lo repetiría con los ojos cerrados mañana mismo.
Nos leemos pronto. Besos y sed felices, que esto va muy rápido y dura poco.