jueves, 9 de octubre de 2014

Noches de Loulogio y azoteas

Igual me estoy metiendo en un charco, pero debo decir, ante el devastador panorama que presenta la televisión nacional, queridos feriantes, que alguna que noche que otra, mi chica y yo nos ponemos una peli. Hasta ahí bien, ¿no? No diremos el origen del visionado de tal película para evitar problemas legales.
En fin, a lo que voy, que tengo una tendencia brutal a disertar y me cuesta resumir. El caso es que nuestra conexión a internet es decente, pero no pasa de ahí. Por lo tanto, hemos de esperar que la película se cargue un poco para que no se nos pare en mitad del visionado y nos encontremos con las bolitas dando vueltas en círculo y la imagen congelada. Este escenario, debo añadir que es desolador.
¿Qué hacemos mientras esperamos? Pues, a riesgo de ralentizar más aún nuestro maltrecho y anticuado ordenador, nos colamos en Youtube y nos dedicamos a ver vídeos de risa. Tenemos especial predilección por Martes y Trece, por ejemplo, aunque el gato al agua se lo suele llevar Loulogio.

Os puedo jurar aquí mismo sobre la Biblia de cabecera que tengo siempre en la mesilla de noche para usar como almohada que a veces no puedo ni ver el vídeo de Loulogio. Cuando ponemos la batamanta o el pajilleitor en cualquiera de sus versiones, son tales los lagrimones en mis ojos por la risa que no puedo ni mirar. Y es que en realidad, pese a los doblajes tan divertidos de este señor, ¿cómo puede alguien idear esos productos tan ridículos? ¿Y los actores? Ya deben de estar pasando hambre y faltas para aceptar hacer el ridículo más espantoso en esos tele ventas que dan vergüenza ajena.
No penséis con esto que quiero pelotear a este señor para promocionar mi blog. Es simplemente un hecho que quería compartir con más feriantes, porque son noches especiales junto a mi chica. No obstante, si sirve de algo, pues bienvenido sea. No vamos a ser falsos. Desde luego, no es mi costumbre pelotear, y así me va.
En fin, queridos feriantes. Daos una vuelta por el canal de este sujeto y echad unas buenas risas, que siempre son bienvenidas y merecen la pena para salir un poco de la realidad que nos rodea. No me queda más que mi coletilla final. Pasaos mañana, a ver qué pasa.

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