miércoles, 11 de junio de 2014

En Mojácar con tintes xerezanos

Muy buenas, queridos feriantes. Hacía tiempo que nos veíamos por aquí. Reconozco que he pasado unos días muy liado y me ha sido imposible volver a compartir con vosotros mis aventuras de última hora. Pero ya hemos vuelto y estamos en plenitud de forma.
El caso es que este último fin de semana, mis huesos han ido a parar a Mojácar. Allí me fui a los apartamentos Best Indalo en compañía de mi chica. El motivo fue sencillo, era su cumple y nos queríamos dar un buen homenaje.
No obstante, el finde estuve lleno de sensaciones. Comenzó bien, aunque un poco resacosos. El problema fue el sábado al mediodía, cuando accedimos al hotel. Ya os puedo decir que no da buen rollo llegar a un sitio y encontrarte de frente con un niño cachas en bañador con el nombre de "Cristian" tatuado en el pecho.
Una vez superada la conmoción inicial, el olor a tubería del estudio y los gritos de la gran cantidad de "botelloneros" que por allí rondaban para disfruar de la noche del pueblo en fiestas, conseguimos salir estupefactos al chiringuito "Aguamarina", justo enfrente.
Este fue nuestro primer triunfo del finde. Menudos espetos de gallopedro y gambas que nos hizo el "Quillo de Xerez". Tan colegas nos hicimos que hasta le regaló a mi chica un espeto dedicado. El tío había sido "bailaor" en giras con Ojos de Brujo y todo. Un pedazo de crack.
Al día siguiente, volvimos al "Aguamarina" a que el "Quillo de Xerez" nos deleitara con nuevos espetos espectaculares. Esta vez fueron melva (un kilo pesaba el ejemplar) y calamares. Nuevo triunfo.
Y después, madre mía después. Con el "Quillo" al Patio 2000, con música en directo de un grupillo muy majo que versionaba Bon Jovi, Rolling Stones y hasta Medina Azahara. Eso sí, les recomiendo que le bajen el volumen al micro del cantante. El tío es muy marchoso y cañero, pero su voz ha conocido tiempos mejores. Esto lo digo sin ningún tipo de acritud.
Al final, recuperación a base de lectura, piscina y buena cocina griega en el restaurante "Eudoxia". Calidad, tranquilidad y buen precio. En la playa de Mojácar.
Bueno, queridos feriantes. Después de un finde excelente y la alegría de haber vuelto por estos lares, ya os aviso que me leeréis bastante más, sobretodo si aceptan mi solicitud de meterle publicidad a la página. De algo hay que vivir, ¿no os parece?
Un saludo y a cuidarse mucho.

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