lunes, 10 de febrero de 2014

Sorpresa sobre sorpresa

Queridos feriantes, habéis de saber que si tenéis un amigo de los espabilados, tendréis que dar el do de pecho si queréis sorprenderle. Eso le ha pasado a una buena amiga que ha querido hacer lo propio con su marido. Y lo grandioso del asunto es que lo ha logrado.
¿Cómo se consiguen estas proezas? Pues principalmente, fijándose en los detalles. Por ejemplo, este chico le hizo una fiesta sorpresa a su mujer hace unos meses. Para ello, nos pidió que dejásemos los coches en cierto carril cercano al hogar de ambos. Ahora, si es ella la que quiere tratar de sorprenderle, lógicamente, no se pueden volver a aparcar los vehículos ahí. Él mirará, cosa que por supuesto hizo.
De entre toda esa "gloriosa" organización por whatsapp salió la feliz idea de no esperarle en su casa. Así pues, quedamos en un local cercano y aparecimos todos pitando a las puertas del hogar como si no hubiese un mañana.
Pero lo curioso del tema es que no queda ahí todo. La chica se lo curró tanto que hasta organizó cena sorpresa con karaoke incluído para la noche. Fuimos la gran mayoría y el muchacho ya no se lo podía creer. Y lo fantástico del asunto es que siendo él como es, como dijimos, espabilado y atento a los detalles, cayó en todas, jajaja. No hay nada como conocerse, y su mujer está claro que le conoce bien, pues supo anticiparse a todos los movimientos y cazarle bien. Él esperaba algo, pero consiguió engañarle hasta el último minuto por el día, y toda la tarde hasta la noche. De verdad, si conocéis al sorprendido, os digo que no es fácil conseguir esto. Yo mismo he flipado con la maestría de la susodicha.
En fin, queridos feriantes. Siempre hay que buscar el dar el do de pecho y superarse. Eso sí, esta pareja en particular, si quieren volver a sorprenderse, lo van a tener muy pero que muy jodido. El listón está muy alto. A ver quien da más...

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