miércoles, 9 de octubre de 2013

Y nosotros aquí

Mientras mi buen amigo Pin sigue paseando sus encantos por la vieja Europa, la vida sigue. Aquí no cambia nada especialmente, pero tampoco nos podemos quejar. Y es que, ¿hay algo mejor qué una buena comida entre amigos de toda la vida? Y como ha cambiado la cosa. Recuerdo nuestros primeros y quinceañeros pasitos, con pizzas precocinadas y poco más. Hoy por hoy son auténticos banquetes para el paladar. Asado, ensaladillas, empanadas de varias clases y postres de infarto. Gracias amigos por esos momentos que nos ofrecéis siempre que os sobra un hueco. Tanto vosotros como vuestros niños, pues somos ya algo mayores, siempre irán en nuestros corazones.
Como es obvio, se echa de menos al feriante Pin, pero nuestras vidas a veces son tangentes, otras paralelas y a ratos divergentes. Eso si, nuestro corazón siempre está unido.
Y hablando de todo un poco, la ajetreada vida feriantil también necesita descansos, y qué mejor para reposar cuerpo y alma que la pequeña ciudad costera de Águilas. Este es un pueblo pesquero y agrícola de la costa murciana. Está pegado ya a Almería. Y es cierto que en verano puede resultar agobiante y caluroso, pero en primavera y otoño es un lugar fantástico donde reposar tras las duras batallas.
Como mi amigo Pin es fan de las fotos, me sumo a su moda. Eso es Águilas vista desde mi terraza. ¿Bonito no?
En fin, feriantes. No os hago perder más tiempo. Que la vida es efímera y hay que aprovecharla. Y en cuanto termine de escribir estas líneas, ya os digo yo que la voy a aprovechar, pero lo que viene ahora no es apto para cualquier tipo de mente, así que mejor me lo callo y os veo en próximas entradas.
Sed felices que esto se acaba, queridos. Besos feriantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario