viernes, 27 de diciembre de 2013

Nochebuena en el water (si eres aprensivo, PARA, hay escatología)

Queridos feriantes, desde este blog queremos desearos una feliz navidad. Vaya esto por delante antes de comenzar con lo escotológico de la entrada de hoy. Tanto a Pin como a mí mismo nos gusta disfrutar de estas entrañables fechas, con discurso real incluído.
Ahora bien, y ya entrando en materia, lo que no es de recibo es que este que suscribe recibiera la navidad sentado en un water. ¿Por qué digo esto? Pues porque así fue. Tras un día de aperitivo en buena compañía por la capital del Segura y una cena en familia, saqué a mis perritos a pasear. Como es lógico, no había ni un alma por la calle y el clima era desolador. Viento y soledad. Pero no fue esto lo que hizo que mis huesos acabaran en el cuarto de baño. Os juro que no se qué comí ese día de Nochebuena que me sentó tan mal, pero el paseo no duró más de diez minutos. Apenas tuve tiempo de volver a casa de mis padres. Tiraba de mis perros como si estuviese en una carrera de trineos. Acabé casi con la mano sujetando la retahíla de comida que estaba por escapar tipo sifón. Entré como un vendaval. Eso sí fue viento. Directo a sentarme en el water como un animal en celo detrás de su hembra. Y no sigo, que ya he sido suficientemente gráfico.
Queridos feriantes, así fue mi nochebuena. Ahora, tras dos fortasecs, hace tres días que no me siento en el trono. Y, francamente, no se si quiero volver a hacerlo (es broma, claro, me encanta leer comis sentado en la taza del water, jajajaja).

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