Aunque parezca
increíble, la nave de los vientos sigue su ruta marítima. Las vidas
caminan por sus senderos habituales recibiendo de vez en cuando algún
que otro soplo de aire fresco.
Todo está más o
menos estático estos días. O no. Según se mire. Novedades golosas
que de cristalizar pueden ser una excelente oportunidad frente a
noticias menos amables pero de cómoda solución.
Tal y como he
titulado, veo que me estoy yendo por las ramas. En realidad, todo
sigue más o menos igual. La parte negativa es que cada vez tengo
menos tiempo para escribir mis aventuras feriantes. Podría ser una
nueva agradable si en realidad supusiese una inyección monetaria
abiertamente grande, pero no es así. De todas formas, algo cae y es
agradable de hacer.
Os dejo aquí. Se
que ha sido breve, pero intenso. Al menos, para mí. Pasaos mañana,
a ver qué pasa.
Imagen cortesía de Marta Pocztarska, licencia CC BY