miércoles, 24 de julio de 2013

De aventuras

Queridos lectores feriantes. Recientemente he tenido la suerte y el honor de conocer a una persona especial. Uno de esos seres que brillan con luz propia y hacen que tu vida sea más amena, agradable y divertida.
Y precisamente hablando de diversión, he tenido la suerte de compartir alguna que otra escapada que ha merecido la pena.
Si me lo permitís, os voy a aconsejar algunos lugares que hemos descubierto recientemente y que nos han sorprendido y  entusiasmado a partes iguales. Por ejemplo, la estancia en un pequeño hotel de Sant Joan d'Alacant, llamado "Torre Sant Joan". Un hotelito de dos estrellas la mar de "freak", capitaneado por una peculiar señora inglesa y los que nosotros supusimos que podían ser su hija y el novio de esta. Nos gusta montarnos nuestras películas, ¿qué le vamos a hacer?
Un sitio tranquilo, que dispone de una excepcional piscina, una barbacoa muy apetecible, unas habitaciones sacadas del siglo XIX, unos desayunos peculiares, por llamarlos de alguna forma, un entorno extraño, un jardín fantástico y una estancia cuando menos, inolvidable... aquí cada uno que lo interprete como quiera. Eso si, los mosquitos tiene pedigrí.
No es el único sitio peculiar que hemos visitado y disfrutado. Descubrimos un fantástico restaurante japonés en una de las terrazas más altas del Altea, el "Juan Ting". Por cierto, por si alguien se lo pregunta, Juan es nombre de señora en Japón. O eso creemos. Un lugar privilegiado, junto a la torre de la iglesia, con una excelente carta y un servicio muy majo. Me queda pendiente un U-don que no pienso perdonar.
Y también en Altea, en la plaza de la iglesia, encontrarás el bar museo del captián Kurt, o mascarada, o yo que se como se llama. Algo así. Hacen cócteles. Algunos inventados por ellos. Yo probé el "Orgasmo en Altea". Ahí queda eso...
Pero si lo que te apasiona es la tranquilidad, el romanticismo, o simplemente echar un buen polvo en un jacuzzi, no te pierdas en Agua Amarga, perteneciente a Níjar, en el Cabo de Gata, el hotel "El tío Kiko". Tipo colonial, con una piscina de escándalo, jacuzzi en las habitaciones, dueños agradables y divertidos, calma y sosiego y un entorno que invita desde la relajación más absoluta a la lujuria más desenfrenada.
Y para reponer fuerzas, a un par de kilómetros te vas a comer o cenar a "la Chumbera" y te coronas.

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