lunes, 11 de febrero de 2013

¿Cómo actuar?

Hace un tiempo, no demasiado, mis huesos caminaban por la noche madrileña. Debo decir que dichos huesos acabaron un pelín perjudicados.
En fin. Vayamos al grano. De repente, tristemente abandonado por mis compañeros de viaje por diferentes motivos, pero bien acompañado aún, me encontré mirando fijamente a una chica bastante mona. Yo, por supuesto, percibía una realidad algo distorsionada debido a la ingesta de una bebida dorada coronada por espuma. En mi mente todo era alegría y jolgorio...y bastante abstracción....hasta que una muchacha, armada con una educación y tacto opinable, se dirigió a mi para pedirme que dejase de mirar a su amiga.
El caso es que mi reacción fue lenta. Se me pasaron muchas opciones por la cabeza, pero ni mi estado de ánimo ni mi lucidez estaban por la labor ni de entrar en batalla ni de alargar aquello. Le dije que su amiga era muy atractiva, pero que obviamente no tenía ningún problema en dejar de mirarla. Le pregunté a la chica en cuestión, que tras un lapsus de duda, me dijo que prefería no ser observada. Ahí acabó la historia.
Ahora bien, queridos aspirantes a feriantes. Yo me pregunto... ¿por qué siempre es la amiga la que te pide estas cosas? ¿es envidia? ¿es timidez de la modelo observada? ¿es una actitud ya precocinada?  ¿es una estrategia estudiada? ¿debí haber dado más guerra? ¿debí haber sido más borde? ¿más comprensivo? ¿menos descarado?
Esto es algo que puede pasar cuando te excedes con el líquido y dulce néctar de las bebidas divertidas. Y por eso me gusta tanto ser feriante. La vida no sería igual si estas pequeños momentos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario